sábado, 14 de febrero de 2009

El comportamiento del caballo de campo

Los caballos de las estancias turísticas están acostumbrados a que les monte mucha gente, se dice que están resabiados. Cuando les monta un desconocido, saben enseguida si éste tiene experiencia o miedo... Por eso, y por seguridad del jinete, es necesario seguir los consejos del guía. Se trata de hacer saber al animal quién manda, de transmitirle que no puede hacer lo que quiera.

No se le puede permitir que se pare a beber agua, a pastar o que decida caminar.



La idea no es temer al caballo, pese a que su tamaño y su fuerza se advierten verdaderamente cuando se está sobre él, no hay que olvidar que es un animal muy noble.


Como es el comportamiento del caballo de campo



Lo habitual es que, en grupos, los caballos vayan uno detrás de otro, y que si el primero trota, el siguiente le imite. Se conocen las sendas y los caminos por los que pasan tantas veces al día.



El guía conoce a los animales, los adjudicará según su personalidad y la experiencia de aquél que quiera montarlos. Algunos caballos no quieren ser montados por hombres, otros por mujeres, los hay más inquietos, por lo que éstos se destinan a aquellos que ya han montado alguna vez, etc.

No vale la pena mentir y decir que ya se tiene experiencia cuando el guía hace la pregunta. Lo único que se consigue así es algún susto y una hora de paseo en constante tensión.



Una vez hechas las parejas caballojinete, es útil conocer al animal que te ha tocado montar. Hay que comunicarse con él, demostrarle a través de caricias, palmadas y a través de la voz, que no te asusta, pues son receptivos a los diferentes tonos.

También asimilan los movimientos que se hacen al acercársele y delante de él. Todo ello es importante para que el caballo vaya con gusto con el jinete.

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